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Crónicas sobre tu asma

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por carlos lopez dzur, 1 de Enero de 2010. Respuestas: 0 | Visitas: 630

  1. carlos lopez dzur

    carlos lopez dzur Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    25 de Febrero de 2008
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    Al pie de su cama, aprendiendo a orar
    Cuando estuvíste en Mayagüez,
    en la clínica Bellavista, vino el Hermano Alberto
    en su lindo fotingo, el que él hizo de hojalata
    o de zinc, con sus manos de ebanista.
    [¡Y parecía un carro de juguete, no siéndolo!]

    También lo acompañó, Miguel Cabán,
    otro adventista. Yo le dije a Tía Margot
    que si servía café, no les diera el Donostia,
    de Laurnaga, sino café del garbanzo molido,
    el que tostamos, porque, dicen ellos,
    que el café, con cafeína, si no es té de garbanzos,
    es inmundo... Papá no llegó, se fue a verte...
    y, durante la mañana, se lo pasó en la escuela
    y después a unas clases en la Universidad
    las que él llama «de extramuros»;
    yo tampoco salí, y no saldré mientras estés enferma.
    Quiero estar solo. No quiero ver a nadie.

    Pero ellos llegaron y preguntaron por el libro Sagrado,
    el rollo de la Torah. Querían ver, por igual, la Biblia árabe
    que regalaron a Papá, la que se lee a la zurda,
    de atrás pa'lante, de abajo del borde hacia arriba
    de sus páginas, y yo se las mostré; pero el libro de Dolores,
    el de Lolita, es un libro sagrado,
    no para todas las manos. Recuerda que dijíste:
    «Este libro es secreto. Es un libro de ancestros.
    Cada letra, a la mirada la impregna con su magia;
    no se lee con los ojos terrenales.
    Con labios y almas en silencio, se presiente y
    es cierto, se toca con las manos más limpias
    y se lee cuando nadie nos mire» y yo les dije:
    la Torah está en baúles
    que se esconden en el barrio Mirabales,
    en la casa de Dolores, a ese Rollo sólo tiene acceso
    Mamá Laura y quien ella diga. Ella no presta ese libro.
    Es mentira que lo tengamos en algún armario,
    muy guardado y bajo llave, ni Mamá ni ni yo
    ni nadie entre la familias de los López
    lo tiene; pero, en la Biblia está, porque Moisés
    escribe cosas sagradas, kodashim,
    ketuvah
    entre sus versos».
    Ese Conocimiento de la Magia
    algún día será de todos.

    2.

    Me miraron enojados quizás, o incrédulos;
    pero yo no la dí y pidieron ver el Diccionario grandote
    que papá estudia, el antiguo Espasa-Calpe
    y preguntaron cuándo él llega, o si tengo papel
    para escribir unas notas. Cabán me preguntó
    si yo soy bautizado, porque chicos menores que yo,
    ya los hay en la Iglesia, inscritos como adventistas.
    El Hermano Alberto, con un par de carrasperas,
    a Cabán le habrá dicho que yo estoy confundido
    y que a veces, cuando él habla conmigo, le parezco ateo,
    o un pequeño filósofo. No se lo dijo en mi cara,
    o en ocasión que yo sepa o pueda haberla oído,
    pero Cabán ya sabe que juego con los sapos,
    que guardo culebritas en los potes,
    que colecciono mariposas y me gusta
    observar como testigo, paso a paso,
    la metamorfosis de las larvas, o alimentar lagartijas.
    O tener bajo una lupa, examinado, todo lo vivo.
    Que un día Papá va regarlarme un microscopio
    o una enciclopedia pa'que lea, de poco a poco.
    Yo seré un médico, como los Vélez-Güemes,
    o Lino López, el siquiatra de Humboldt University.

    3.

    «Es el niño que te digo que juega con lo inmundo,
    aunque sabe de Salmos», habría dicho Albertico.
    «Este es el niño que se enoja, si llegamos,
    en la hora en que está viendo a Pacheco,
    o las caricaturas de la TV».
    A Mamá le entristece que yo no vea mis muñequitos.
    Cada visita debe tener su tiempo. Ya no sólo
    llegan el viernes, a la caída del sábado,
    para el Shabatt o sus himnos y predicaciones.
    Llegan cada día de la Semana, inventan
    que se invite a los vecinos. Nos tienen como el local
    de un club y a Mamá la esclavizan.
    Hay que tostar garbanzos para que tengan su café
    terminado el servicio con la diapositivas.
    Hay que comprar galleticas para que coman algo.
    Hay que tener la casa limpia, inmaculada,
    para que vengan todos y aquí se regocijen
    con la Sagrada Familia de los López
    y Papá trabaja, él quisiera estar solo,
    y esta plaga del séptimo día arriba,
    llueva o relampaguée... total, para que él
    no folle a gusto a la Ardillita,
    para que ya no tenga más hijos, porque ya
    son muchos y la familia es pobre.
    Ellos no traen salvaciones ningunas.
    Gregarismo es lo que traen, palabras y palabras,
    aménes y aleluyas... La buena voluntad no es suficiente.

    4.

    Ayer, Mamá, antes que regresaras
    de la Clínica, Cabán se sorprendió de que yo
    respondiera a su pregunta de si tengo la experiencia
    de la fe en un Dios vivo, personal.
    Lo que tú me dijeras cuando fui yo quien
    a tí lo preguntara, eso dije, ¿hice bien?:
    «¿Se puede hablar con él, si es que es persona?
    ¿Y es él realmente bueno? ... porque sufres,
    yo veo que sufres y te mata la alergia, drogada
    de fatiga, delgada por el asma?»
    Te veo, en riesgo de morir, y lo odio y lo temo.
    Sí, mamá, recordé lo que dices y por no hacerte
    quedar mal, repetí tus palabras:
    «Con Dios se puede hablar, claro...
    y no sólo eso, se Le puede ver, se Le oye,
    se Le toca. Dios está en Todo. El auxilia, contesta, canta
    desde todas las cosas y te da todo lo que conviene.
    Dios es la inteligencia y el sentido de las cosas».

    5.

    Aunque parezca que no tengo fe en Dios,
    yo comparto el pedazo de Dios en que te fías
    y si esa fe es Dios, desde mi parte de Dios
    tengo tu parte y tu porción es grande
    y Dios, agradecido te honra... Mira que yo oré,
    no en Nombre de Dios per se, oré en Tu Nombre
    de Madre y pedí al Nombre de la Madre
    y a la fe de la Madre que te bendiga.

    ... Y mira si orar en tu nombre humano
    es eficaz, que llegaste. Te salvaste nuevamente
    de la muerte y las pestes del Calvario.
    No que estés sana todavía, pero estás viva
    y tienes esperanza y sonríes como si estuvieses
    contenta desde el alma
    y tu contagiosa esperanza
    es mi alegría.

    6.

    No me juzgues mal, Mamá, si desconfío.
    Yo veo a dios en la parte que te corresponde.
    Mi Dios todavía es pequeño, pero si tú eres
    del Dios del Universo, el corazón tuyo
    es mi dios más que suficiente.

    7.

    «Ein mukdam u'meuchar baTorah».
    No hay una Torah temprana ni postrera.

    «¿Qué estará pasando por la cabecita
    del Hermano Cabán?», preguntó Mamá enterado
    que quiso ver / sólo ver / el Génesis en hebreo,
    el lenguaje santo de Bereshit expresado en signos
    que de plano no leerá, ni puede interpretarlos...
    Sabía que está leyendo a Darwin y, por tanto,
    obsesionado por la evolución de las especies
    (seguro que, por eso, fue irónico al saber
    que yo juego con gusanos... y me dijo:
    «Cabán y tú se parecen. El también juega
    con simios, con criaturas, y pregunta:
    ¿Es posible que de aquí haya surgido
    el hombre, o al menos, su antigua genética,
    sus genotipos y sus morfologías?»

    Su ventaja es que él tiene la doctrina de su iglesia,
    su Pastor, su asamblea que dialoga o discute.
    Tú y yo no tenemos a nadie que nos concilie
    si dudas. O dudamos. Sólo Dios puede intercedernos.
    A ellos, en su Templo, les gusta la Teología, hijo mío.
    A mí, la Vida. Y la vida está en el alma de todas
    las cosas y tú y yo somos casi iguales,
    miramos a la vida y poco nos importan los nombres.
    A la vida, yo le llamo Amor, me basta.
    Al amor tú le llamas biología y sigues preguntando;
    tú a la diversidad, designaste las forma,
    le sumas
    complexión, colores,
    la valoras como lo lindo y lo feo,
    la apariencia visible,
    y yo a la Vida / Dios la llamo la pulsión del dolor concreto,
    necesidad y libertad;
    pero es lo mismo,
    hijo mío, el Bien no puede contrastarse
    sino con el referente previo de lo malo.

    Así somos nosotros, pero Dios... TODO lo explica,
    lo hace cognoscible a su debido tiempo.
    «De modo que, paciencia, hijo mío,
    paciencia y fe al barajar».
    La verdadera religión es comprender
    el tiempo y no ir de prisa y corriendo.
    La verdadera fe se hace con esperas
    y dolor... mírame cómo he llegado,
    como si el dolor no existiera, con el asma
    en olvido; pero, Dios me lo explica
    y, a más dolor, más fe y más amor
    me irá explicando».

    8.

    Y ví, cómo es Mamá, en vísperas de Fiestas Patronales
    y cómo una gente con teologías, de importación,
    sin montes ni animales, sin Mirabales rurales
    ni mogotes calizos ni pepinos, sin nueces
    ni avellanas, gente como la Gran Hermana
    Elena G. de White, la profetisa gringa, viene
    y les informa a las hermanas menores de la ruralía
    que el Patrón Sebastián es un mero pagano
    de la Iglesia Católica, ex-esbirro
    de la Guardia Pretoriana del Imperio
    en tiempos de Dioclesiano.

    Que no hay que ir a las Fiestas del Pueblo, ¿dijo?
    ¿por la razón de que son fiestas paganas
    con su origen en Roma?
    Se despacharon con la cuchara grande.
    Sí que saltaron la barda.
    No merecen ni café de garbanzo,
    medité en secreto.

    A mi juicio, nos tenían cautivos en la casa,
    aguantados de sacar los dientes y mostrar el coraje.
    Mamá callaba, pero, discretamente, nos informó:
    «No hagan caso». «Dénle pichón», que vuele
    su molestia. No den crédito a que están
    prohibiendo que salgamos a festejar
    en Patronales porque Sebastián de Narbona
    es un falso santo y mártir.
    ¿Que no salganos de la casa el 20 de enero?...
    ¿ni ahora que llegó Quiro? Eso dijeron
    ya que en las calles,
    alrededor de la Plaza Baldorioty, los demonios
    venden sus alcoholes, fritangas de inmundos puercos.
    En los escenarios, en tarimas, se posa desde la tarde
    una legión de Nueva Ola con sus hitos de modernismo
    y las niñas A-go-go muestran
    el ombligo, los muslos, agitan las teticas
    con sus bailes y saltos, y parecen
    sibaritas deseadas por sultanes
    con lujuria en sus labios.

    Vendrá Chucho Avellanet y Lucesita Benítez,
    Pellín Rodríguez y el Gran Combo, Carmita Jiménez,
    los dos Casanova con sus chistes y, como artistas locales,
    se invitó a Benito Fred y Puro Juarbe/
    Se asomará con su violín Raúl Hernández,
    el papá de Sophy, el Trío Los Naipes...
    «Es una fiesta pagana en medio de Pepino»
    y yo entendía qué dijeron para mí y otros
    chiquitines de mi casa. O la Iglesia o el Infierno.
    «No los lleve, hermana»; no eduquen a ellos
    en los cultos del catolicismo.
    De la Plaza, en estos días de fiesta,
    no le compren ni bolsitas de maní
    ni uvas ni manzanas...

    ... pero te entró por una oreja y te salió
    por la otra. Una de esas tardes, la menos pensada,
    me agarraste tempranito de la mano
    (y Chato iba también) y me montaste
    en el carrusel de caballitos
    y era una trillita tras otra y me hablaste
    sobre el caballo blanco que tenía tu padre
    y los muchos burros que tuvo tu Abuelo
    y compramos mucho maní tostao
    y algodones con el color de rosa de una crema
    de huevo. Nos divertimos y tú quisiste subir
    a la Estrella, pero yo tuve miedo.
    Entonces elegimos el Gusano, ese oscilante
    monstruo de carritos que de repente se encapota,
    se cubre de unas lonas, surgidas de sus lados
    y es como si viajáramos por un túnel oscuro
    por debajo de la Tierra...

    Ahora entiendo lo que ellos con sus prohibiciones
    llaman la Teología; ahora sé qué es aprender
    con Vida, aún en estos carnavales que festejan al mártir.
    Voy a leer todo lo que pueda
    sobre el susodicho soldado de Narbona
    Sebastián el asaetado, el golpeado
    y torturado y echado a cañocales.
    El da nombre a este Pueblo.

    «A él no le mataron en balde.
    El era valiente, hijo, y como tal habló
    ante los Emperadores. Dijo que impuro es
    sólo perseguir al inocente.
    Bueno. No le digas a nadie que te traje a la Fiesta.
    Es que vendrá mi hermano Casimiro, ya te dije,
    al que le dicen Kiro y voy a estar ocupada,
    atendiéndolo; son muchos años sin verlo...
    pero cuando tenga un ratico más desenfadado,
    regresamos a ver los fuegos pirotécnicos
    y a oír cantar a Chucho Avellanet,
    que lo hace muy lindo y me dijo Raphet,
    de la farmacia, que su hija va a cantar
    en estas Fiestas. Es el debut de Rosa Haydée,
    que es una niña preciosa, y yo la ví nacer.
    Quiero que la conozcas, me diga si te gusta
    y si canta bonito».

     
    #1
    A Rosario Martín le gusta esto.

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