Cruel intercambio

A veces viene a mi pensamiento cuando menos lo espero, tomándome por sorpresa.
Cuando llega es como si las los años y las arrugas se borrasen solo unos instantes para darle lugar a mi añorada juventud. Lo cierto es que la extraño, la extraño más de lo que puede explicarse con palabras. Hoy solo me queda de ella un asiento vacío a mi lado, muchos momentos de silencio y abrazos que no nos daremos. Y veo sus fotografías con ojos cansados. Y leo sus cartas con comisuras en mis labios ya secos por los años. Su partida dio lugar a la melancolía. Solo tengo un montón de recuerdos que se pierden con cada segundo que pasa. Ella no volverá , nuestra juventud tampoco.

 

Al final, una gran verdad. Muy válida la comparación. Excelente trabajo. Un placer leerte. Saludos.

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