Cruz y delicia

El amor, supremo motivo del poetizar.
El amor es esperanza, sobrepasa los límites de la vida, a veces puede ser fugitivo, no correspondido, pero es real y puede llegar a ser sólido.
Ahora siento más que cariño, el sentimiento puro induce a esta redacción.
El origen de esta y otras narraciones es un rompecabezas construido por fragmentos espontáneos nacientes en diversos momentos.
Quizás estos sea un frívolo detalle pero no deja de tener su belleza. Hay veces que imagino estar cerca de ella en el momento de comer algún manjar, por ejemplo un plato de pastas, imaginando comer junto a ella. Un pequeño detalle como ese es muy valioso compartido entre dos enamorados.
Retomando la trama espiritualizada...
Tú eres la diosa de mi idolatría, el amor profundo en mi pecho desea comunicarse contigo.
Cariño, eres la galante flor, elegante capullo de amor, el sosiego que tu mirada inspira es la copiosa lluvia derramada sobre mi corazón.
Creo imposible quitar de mí la espina de la pasión, es decir, el inextinguible fuego del amor. Si algún día la quitase ya no sentiría el corazón.
Sueños y pasiones quedan, te espera mi corazón, solamente viajo en sueños hacia ti. Amor, recibirás mi llamado cuando te conozca, ahora la narración es impersonal pues va dirigida al amor de mis sueños.

 

El amor de sus sueños no puede dejar se existir, no deje de creer nunca o deje su corazon endurar. Me encanto esto: ¨Si algún día la quitase ya no sentiría el corazón.¨

 

Imposible será que mi corazón se endurezca como piedra, la disposición a amar existe y eso es algo que llena mi vida de color.