Cuadro de dos hombres en un bar

Hemos llegado del paraíso
en dos vasos

Alguien de figura desconocida pulsa
un ruiseñor

alta bravura tiene la Luna
en su cordel de canto se presenta mi voz

como una bandera de nido

Al otro lado la efervescencia hace lluvia
de risas

atragantados como un tren
sobre las palabras

se extiende el campo de venta ambulante

Y una pequeña pluma es otrora trueno
de noticias

La cara recién hecha en la carne
por el brebaje

Busca sus señales en la ceja

barcarola de sentimientos De fino trote galante

y sobre la mesa que nunca acaba
que nunca descansa de ser madera

la herida sopla lo que fue un adiós
de carta

Y al barista se le pide la cuenta
del silencio consumido...

 

Versos extraordinarios. Poesía de altura. Un privilegio leerte.

 

genial

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