Cuán lento...

Cuán lento y pesado se me hace el día;
y la hora también, cuán lenta y pesada.
Con el silencio me viene...,añorada,
la arena de la edad lozana,mía.

Me llega otra edad...La niñez ardía.
Mi juventud aquella fue engañada:
en el otoño aquel fue sepultada
-era gris la sombra;la nieve,fría-

De aquel tiempo ido no quiero pensar:
se cayó de mi vida el florear,
quedé en cueros, en la Nada,sin nada.

De la senda la flor se me agostó;
de los años lindos,el yo del YO;
del pecho,la pasión apasionada.

-Salvador-

 

Salvador....¡¡¡que tienes aún, mucha guerra que dar!!!!
Un abrazote
Rosario

 

Cuánto pesan los recuerdos del pasado!!! Añoranzas, nostalgias de esos años de juventud; esa flor que ya cayó. Me aventuraría a decir sentimientos de no haber aprovechado esa etapa de la vida.

Un poema digno de tu pluma; un poema que merece todas las estrellas y la reputación. Esperemos que me permita hacerlo (jaja)

Petonets,

Libra *M*

P. D.: Sigue sin dejarme.

 

Quizá nos pesen los años y los recuerdos de la juventud y niñez vengan a nuestra vida, los cuales produzcan nostalgia y tristeza, pero esos mismos recuerdos nos hacen rejuvenecer y vivir la vida con mas fuerza e intensidad. Un placer recorrer tus versos.
Agradezco por tu bella amistad, un abrazo y besos desde mi bella tierra.
Mis estrellas nunca te faltarán....