¿Cuándo aprenderás?

¿Cuándo aprenderás?


Esta noche me acordé de ti

mientras vagaba ebria y errabunda;

desorientada y deslumbrada por el

resplandor ambarino de las farolas de

esta ciudad que nunca duerme.

Condenada a pasar noche tras noche

perpetuamente sumida en un estado

antinatural e insano de ininterrumpida

y artificiosa vigilia.


El sopor capcioso que me brinda

el alcohol nunca me ha dado resultado

cuando se trata de aplacar las imágenes

de nuestros recuerdos compartidos;

de los tortuosos secretos confesados

con la voz quebrada y áspera,

con las mejillas cuarteadas por una

miríada de rutilantes lágrimas,

alumbradas ambas tan sólo por la

vacilante llama de una pequeña vela.


Una llama solitaria como único testigo

de nuestro romance condenado,

de nuestro anhelo destructivo.

De nuestro amor mal entendido.

¿Cuándo aprenderás que no se

puede poseer a nadie, niña querida?


Y con el despuntar del alba,

todo se habrá acabado.

Y el fuego que hoy nos abrasa,

mañana se habrá extinguido.

Mañana se habrá apagado.

Y ya nada tendrá sentido.


Tan sólo nos quedarán

los rescoldos calcinados...

las cenizas de un afecto

vilipendiado por el destino.​

 

La cenizas son solo malditos recuerdos que se los lleva el viento para nunca mas volver a lastimar... Un gusto leerte

 

[FONT=&quot] Gracias por compartirlo. Me recuerda a una experiencia personal, que me ocurrió allá, por la semana Santa del 76. Me gustaron. Fue un placer.[FONT=&quot]

[FONT=&quot]
[FONT=&quot]Abrazos
[FONT=&quot]Chepeleón

 

Gracias a los dos. Ojalá fuera tan fácil que los recuerdos gravitaran tal y como las cenizas.

 

Hola cuando se complique su sitación. Grato leerte Saludos y estrellas
¡SONRIE

 

Hay mucha melancolía en tu poema, amiga por algún conflicto amoroso

Te dejo estrellitas

 

Interesantes líneas.

Darnos cuenta de que repetidas experiencias no cambian el mismo y cansino resultado...

Gracias Sira por compartir tu versar.

 

Gracias a todos. En efecto... el ser humano tiende a tropezar no sólo dos veces en la misma piedra; sino más bien cientos de ellas.