"Cuando escribas la historia de tu vida no permitas que nadie más sostenga la pluma".

Mi vida hasta ahora es un breve recorrido frente a lo que aún aguarda por mí,
más si tuviera que hacer un resumen de ella creo que con un día no me alcanza.
He vivido humildemente mi infancia
bajo la protección de dos ángeles que se han llamar mis padres,
captando sus enseñanzas, su forma de ver la vida, sus ideologías,
criterios, principios éticos y morales,
su amor incondicional sobre el cual formaron una familia
teniendo como resultado dos semillas, a mi hermano Ariel y a mí.
He crecido desafiando enfermedades, desafiando al tiempo
y sobretodo desafiándome a mí mismo.
He caído en los desaciertos, trampas y engaños de la vida,
además de haber golpeado cada milímetro de mi cuerpo con sus lecciones
muchas más veces de las que pudiera contar,
pero no me arrepiento ni un solo instante
y si lo tuviera que hacer de nuevo lo haría todo igual.
He aprendido que nuestro destino es construido por nosotros mismos,
que nuestros pasos nos llevarán a ese lugar que esperamos encontrar
y que del nido salimos un día para aprender a volar.
He cambiado como muchos hacemos cuando nos aventuramos en este viaje llamado VIDA,
soy el resultado de la crianza y educación de mis padres,
de los errores que cometí, de los pocos aciertos que he tenido,
de la compañía tanto de mis amigos como de mis enemigos;
soy el resultado de los amores,
de las mujeres que me han dejado huellas como una marca en carne viva,
de mi familia y de lo que ahora quieren mis ojos,
anhela mi corazón y persigue mi alma.
Hoy camino decidiendo por dónde quiero andar,
qué camino tomar y qué canción bailar;
hoy vivo bajo conceptos y una ideología que he formado para mí
llenando algunos vacíos y cambiando puntos de vista
a través de los cuales no comparto el criterio que se deba ver el mundo.
Soy ese resultado que seguirá sumándose a otros que tendré hasta el último aliento,
resultado final de la historia de mi vida.
Por eso :
"Cuando escribas la historia de tu vida no permitas que nadie más sostenga la pluma".

 

Son siempre, los demás, los encargados de ponerte en tu sitio. Pero claro, la grandeza aparente nos hace esforzarnos en el soliloquio. Hasta que uno revienta, después de tanto comer. Es necesario compartir.