Cuando extraño a Federico

CUANDO EXTRAÑO A FEDERICO
a Federico García Lorca

Cuando extraño a Federico
es cuando la luna ya no es de plata,
y no corta en dos con su luz el agua.
Es cuando el viento ya no canta
y no sacude los farolillos de hojalata.

Cuando faltan los guardias civiles,
cuando las altas barandas
están vacías de noche y de gitanas.
Cuando ya no hay barcos en la mar,
ni caballos en la montaña.

Cuando extraño a Federico,
es cuando me faltan esos besos
que bordan con hilos el alma.
Cuando la sangre ya no brota
ni riega la tierra siempre amarga.

Cuando las heridas ya no son
del pecho a la garganta,
cuando yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Cuando Yerma devora
al hijo de sus entrañas.

Cuando extraño a Federico,
es cuando ya no hay poesía,
cuando las palabras se repiten
y la nada cobra su sentido.
Cuando los toros ya no salen
a su arena a las cinco de la tarde.

Cuando faltan muertes y sangre,
y el verde que te quiero verde,
y la vida que vale cuando la daga
se está hundiendo en el pecho.
Sólo extraño a Federico,
cuando los cobardes
ya no disparan balas de juguete.