Cuando le confío mi deseo a una estrella fugaz.

Es tan fácil sentarse a ver las estrellas,
que no siento el paso de la primavera;
mientras me acostaba en el pasto de vino,
vi una constelación de brillo cristalino.

Mientras la danza de las estrellas empieza,
pienso en la infinitud del mundo ideal.
Sin perder mí conciencia sobre el mundo real,
tropiezo con un cielo estrellado y singular.

Mira como las estrellas parpadean lejanas;
son personas que emiten distintos tipos de luz…
Eso me recuerda tu brillo celestial,
cuando le confío mi deseo a una estrella fugaz.

Tengo en mi puño mi alma y tu sonrisa
que como luz de luna mi vida matiza,
cada vez que tu mirada en mi aterriza
mi piel se eriza y mi mente se paraliza.

En esta noche de cielo claro y luna blanca,
vuelve a mi mente mi viaje a Salamanca.
Cuando apenas podía decir que te amaba;
sentía que las palabras ya se me agotaban.

A mi alrededor los grillos cantan en coro,
cuando de momento la brisa viene en mi socorro;
ya que siento la necesidad de gritar que te adoro.
Me pongo de pie y ya no encuentro ningún estorbo.

Me siento en el pasto que ahora es una blanca estela.
Cierro los ojos y al abrirlos llueven estrellas,
a mí alrededor surge una luz mágica y relajante;
tomo algunas estrellas y me sonríen por un instante.

Amándote he de congelar este hermoso instante;
espero solo que algún día pueda desposarte.
Aún llueven mis bellas estrellas fugaces,
creo que todas ellas son muy audaces.

Es hora de acostarme a dormir y soñar,
la lluvia de estrellas ha parado ya.
Pero tu en mi cielo no dejarás de brillar,
de ti enamorado perdídamente he de estar.

Míra como las estrellas parpadean lejanas;
son personas que emiten distintos tipos de luz…
Eso me recuerda tu brillo celestial,
cuando le confío mi deseo a una estrella fugaz.

 

gracias maramín, de verdad que muchas gracias por tu opinión jeje. saludos desde Venezuela