¿Cuánto rencor..?

¿ Cuánto rencor…?

El día se adelgaza, la tarde se hace menos.
Los minutos se arrastran pasmosamente,
se demoran caprichosamente.

¿Cuánto hastío anidado pueden
contener estas paredes?

¡Existe más vida allá afuera!
Distinta,
¿Mejor?

Culpable por no reconocer las oportunidades perdidas,
cambiaste la zozobra existencial,
por la seguridad pueril de un hogar.
Vendiste tu libertad por un salario
y una asfixiante monotonía.
Ahogaste tus irresistibles deseos sexuales
por un contrato matrimonial a perpetuidad,
con una mujer a la cual nunca sabrás como amar.
Pervertiste tus sueños por un refrigerador,
una televisión de 24 pulgadas y un microondas.

Te convertiste en ganado humano,
sin alma,
siempre insatisfecho,
destilando, por todos tus poros,
odio y envidia.

¡Mírate al espejo!
Has envejecido con demasiada premura,
te volviste senil sin saber ¿porqué?
¿Dónde el amor?
¿Dónde la rebeldía?
¿Dónde la sinceridad?

Desde muy hondo
surgen los vapores
fétidos que despide
tu corazón en proceso
de putrefacción,
ebrio de dolor murió de tanto contemplarte
tras los barrotes de plástico y cristal,
de tu jaula empresarial.

La vida, que ya no es tuya
que te es ajena, sigue y tú,
impotente bastardo,
no haces sino añorar.

Pregúntate: ¿Cuánto rencor es posible acumular en una sola vida?