¡Cuánto yo habita en nosotros!

¡Cuánto yo habita en nosotros!
Es un pozo vacío
que emana eterno
y nunca acaba;
que cansa el alma.

No quiero en mí
más que trocitos de otros.
Ser regalo perenne,
caridad y oídos,
piedad, solidaridad,
amor.

No quiero ser un cúmulo
que vomita yos;
sino la nube que pasea
sobre historias de alegrías
que se cuentan en los campos
las ánimas sin yos.
No quiero ser yo.

 

Herméticas premoniciones y sentencias, no quiero ser yo cuantas veces dije eso si saber que depara el futuro adverso
Reflexivas líneas amigo, no seamos yo seamos solidarios hoy
Abrazos

 

Así es, señor Danie, seamos solidarios. Se le saluda, amigo.

 

Pues asi es el ser humano, primero yo, despues yo y por último yo. Un gusto pasar y leer desde tu firma, hasta tus versos.

 

Un mundo tenemos para compartir, para dejar de ser para nosotros y ser más de los demas, muy hermoso amigo, un recorrido emotivo que me deja complacida, abrazos grandes.

 

A mí tampoco me gusta ser yo mismo, pero no hay más.
Un placer, saludos.

 

Muchas gracias, invitado Poly, señora Nancy y señor Gavase, por entrar un poco en el yo de cada uno. Se les saluda afectuosamente.

 

Ups! creo que debí leer esto antes de escribir aquello de quitar cabezas, jejeje

Y muy en serio Evano... esta poesía es mas que preciosa, es una cálida invitación a ser mas generosos ..
Aqui dejo abrazos completitos para tu corazón lindisimo!!

Pd. Guarda tu yo para ser trocito de otros , uno valiosisismo que ya eres

pd 2.- Sera laberintesco esto que dije, jiji

 

¡Cuánta entrega y generosidad hay en estos versos!. Creo personalmente que no es cuestión de negar el "yo" sino de entregar una parte de ese "yo" al "tú", ese dar un poco de nosotros a los demás. Emotivo y hermoso poema. Te felicito. Un abrazo.

 

No, señora Ethel, no es laberíntico lo que dijo, sino muy tierno y bonito. Guardaré trocitos de yo. Mientras, le mando un montonazo de enteros.

 

Muchas gracias, señora Mariam, por su comentario tan bonito y tan de verdad. Un abrazo, amiga.

 

jo! no quiero ser yo, a veces me digo eso, cuando la debilidad me ataca, quisiera arrancarla de mi vida, pero ya estoy en ella, siempre grato leerte

 

¡Cómo voy a querer ser yo si no me como ni una rosca con las mujeres jajaja...! Un abrazo, Marián.