Cuenta-cuentos.

Entonces, todo era majestuoso.
Contemplábamos la galaxia en espiral.
Depositando la nave espacial en otros planetas, semejantes al nuestro.
Corríamos muchos peligros, saliendo a pasear bajo sus nubes de color marrón.


Había caracoles inmensos, que escarbaban en las piedras, con la lengua.


Y conchas marinas que sabían caminar.
Alzando sus faldas, con sus pinzas de cangrejo.
Tú sabías hablar inglés, y escribías poemas largos, como un día sin pan.
Tan largos que me hacían dormir, a pierna suelta, en una tienda de campaña triangular.


Había que hacer un estudio femenino, de la hembra del mapache americano.


Y otro, relativo a la amazona, o humana que monta a caballo, en los bosques tropicales...
Cuánto jaleo. Llegamos a tiempo. Justo en la Edad de los Metales.
En aquel mundo, imperaba la civilización del hacha y del trueno.
Eran agricultores que convivían con las hienas y los tigres dientes de sable.


¿ Quieres que hable ? ¿ Quieres que te peine ? ¿ Qué demonios quieres ?


Amor-Bondad, Temor-Maldad y Respeto.
Tomo nota. Peso neto.
Integridad. Corazón y nariz.
Equilibrio entre el Bien y el Mal.


¿ Somos tal para cuál ? ¿ La pareja ideal ?

 

La pareja ideal muy disparatada Nomito ayy si alguien me pregunta que quieres le diría solo amor sincero jeje Abrazos lindo poema.

 

Gracias, amiga.
Por tu toque mágico y sereno.
Este poema es lo que todos somos: Cuenta-cuentos.
Al menos, la Poesía es así. Y el cine.

 

Muy divertido... saludos amigo, que vaya todo muy bien.