Cuenta los días...

Cuenta los días, también las horas,
no se si aun sueña. Así lo entendí.
Descontando los pasos durante la marcha
camino a su casa.
Entonaba el canto alegre de una niña enamorada
y casi encantada reía pensando en su llamada.
Quieta un suspiro liberaba su alma,
su pesar se iba en un respiro.
Nuevamente acariciaba la idea de oír su voz,
encandilando la ternura en su mirada.

Complicado es el término que refería,
sin saber que sufría.
Alguna chispa avivaba siempre su llama exigua,
motivada por la fuerza de su sentir.
Es sin duda el combustible para su vida.
Entendida en el fracaso perdiendo la guerra
sin poder luchar.
No quiere olvidar caminar
tiene las armas se siente preparada,
pero no tiene rival a quien ganar.

La señal es clara, sólo dejó de amar.
Ahora ríe, canta, llora. Motiva su mirada,
guía los pasos y empieza a correr.
Persigue ese silencio, lo toma lo abraza
es el espacio de ser una sabiendo
que no es ninguna.
Camina aun hacia su hogar,
como si no quisiera llegar.
Echando de menos
las llamadas a sus casa.