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Cuento para dormir a Fer

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por Abisury, 15 de Octubre de 2006. Respuestas: 0 | Visitas: 743

  1. Abisury

    Abisury Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    8 de Octubre de 2006
    Mensajes:
    8
    Me gusta recibidos:
    0
    Quiero contar una historia
    de un par muy singular
    son una gata y una perra
    de nombre Chansy y Nonachan.
    Nonachan era conchuda
    gustaba siempre de ladrar
    y a todos los mensajeros
    los dejaba en su lugar.
    Pobrecitos del cartero
    del señor del gas y el del pan
    siempre esperaban pensando:
    “¿Cuándo se le ocurrirá callar?”
    Chansy era más tranquila
    una gata a todo dar
    el tiempo que no se lamía
    se lo gastaba en trepar.
    Así pasaban unos días
    otros salían a pasear
    mas nunca, nunca se alejaban
    pues la casa era su hogar.
    Una desafortunada tarde
    un ratón a la casa entró
    pero con tan mala suerte
    que Nonachan lo descubrió.
    Y lo estuvo persiguiendo
    fastidiando sin cesar
    por un rato descansaba
    y volvía a reanudar.
    -¿Qué crees que estas haciendo?-
    dijo Chansy a Nonachan
    -¡No te das cuenta mensa!-
    -Debo estar en tu lugar-
    -Para ya de tonterias-
    -O al amo te voy a acusar-
    -No me acuses- dijo Nona
    -Te prometo la mitad-
    El pobre ratón cansado
    se limitaba a desear
    el plato lleno de croquetas
    y ninguna podía tomar.
    Chansy bajó de lo alto
    donde le gustaba estar
    se enfrentó al ratón severa
    y le expresó sin dudar.
    -¿Qué buscas en esta casa?-
    -¿Cómo te has atrevido a entrar?-
    -Seguro quiere mi comida-
    ladró pronta Nonachan.
    Y al escuchar los gruñidos
    el ratón volvió a escapar
    se guardó tras de la estufa,
    tras el burro de planchar.
    Ahora por toda la casa
    se les veía correr
    al ratón que era seguido
    por Nona y Chansy también.
    Se armó tal alboroto
    que el amo pronto llegó
    y al notar el regadero
    dos castigos otorgó.
    -¡Nona, sal al patio,
    ahí te vas a quedar!-.
    -¡Chansy, rápido al baño,
    ya no te quiero mirar!-
    Mas tardó en gritar el amo
    que en volverles a notar
    los ojos de perro y gato
    que le devolvían la paz.
    Y se retiró tranquilo
    otra vez a descansar.
    Ahora pobre del ratón
    ya no se la va a gastar.
    Juntas lo acorralaron
    dispuestas con el a acabar
    pero en piel propia aprendieron
    que también deben perdonar.
    Con el llegaron a un trato
    bastante justo al final
    diario en la salida al patio
    una croqueta va a estar.
    Agradecido el ratón,
    regresó a su lugar
    teniendo dos nuevas amigas
    de nombres Chansy y Nonachan.
    Así acaba esta historia
    de una nueva amistad
    pero no los líos que arman
    este par tan singular.
     
    #1

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