Cuentos para dormir

Mamá por no dormir me regañaba

sin poderlo evitar ¡ bien que lo siento ¡

escuchaba embobado el tercer cuento

sin poder entender que me pasaba


Enfermo de quererla es lo que estaba

por eso me mostraba así de atento

al no querer dormir ¡ qué impedimento ¡

pues solo con oírla me bastaba


Aceleradamente el tiempo pasa

pues ello me parece muy lejano

y ahora que no duermo ¡ tiene guasa¡


necesito sus cuentos, pues no en vano

mi sueño sin calor aún me abrasa

a pesar de que llevo el pelo cano

 

interesante obra, muy bien bordada y ordenada, grato leerle

 

Me gusta bastante tu soneto, está muy bien elaborado y su ternura resplandece, marga

 

Que menos se le puede escribir a una madre,con la lata que dábamos hasta dormirnos.Ahora que tengo ya a mis hijos criados y mis muchos nietos dando vueltas a mi alrededor me doy cuenta y lo proclamó a los cuatro vientos....bueno,vamos a decir al viento,porque cuatro serían demasiados.
Saludos y me alegro que te hayas sentido bien aunque sea unos momentos durante la lectura.
BErnardo de Valbuena.

 

Un precioso soneto, Bernardo, en donde das una zancada de gigante desde los cuartetos para entrar en el primer terceto, dejando atrás esos recuerdos de infancia tan entrañables, para llegar al ahora, en donde sigues añorando esos cuentos; has hecho una excelente elipsis narrativa para un excelente soneto.

Mi felicitación con un cordial saludo.