Cuervos de oro

Germinando sierpes
de abominable simetría,
los relámpagos de los medios
distorsionan la verdad absoluta,
aplastando dignidades de seres vivos,
que en vida, ya están muertos

Sólo el grito
de lo que no sabemos,
me transita el cerebro,
astillando las piedras afiladas
que golpean la memoria
de nuestras anonadadas
conciencias.

Ya no puedo ser el mismo,
ante la ausencia absoluta
de las cosas profundas...

Todo es verdad y mentira,
en un mundo que se remite
y se ahoga en la pupila
de la impotencia...

Jamás habrá luz,
donde la muerte no toca
a los depredadores del equilibrio,
la razón...¡La vida!

La injusticia
derrama sus lágrimas
en vigilia perpetua,
sin poder entender
lo absurdo de la profanación
que la desflora...

¡Ay! Dios,
Por qué se encienden
en mis dedos temblorosos
las hogueras del mundo?
Por qué estallan
en mis fibras luminosas
los gestos del hambre sin luna?

¡Oh, infamia
que arrastra la eternidad
del sufrimiento,
en cárceles de lesa humanidad
en tiempo perpetuo....!

Así siempre ha sido...
Siempre así será...

Tras el segundo azul de los espejos,
los cuervos de oro y mentira,
en lujuriosa brizna radioactiva,
clavan su puñal de conquista
sobre el poema del alma pura,
del Ser que no sabe,
no entiende, no se inmuta...
pero siente la picadura
de un ¡zancudo muerto!

Tato Ospina
DRA
Colombia
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Felicitaciones. Una mirada profunda de la vida. Saludos.

 

Así es querido amigo... intensa profundidad que impacta y conmueve...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy