Dama y mujer.

Ella, una dama
guarda el sabor de los años jóvenes
en su alma,
sus ojos, dos perlas brillantes,
luceros que jamás se apagan.
Ella no olvida su pasado
cada suceso en su mente,
está fielmente guardado,
A ella, nada le arrebata
lo que siempre ha sido,
ni las ganas de ser amada.
Se siente viva, tiene sueños,
disfruta y saborea los rojos atardeceres.
Se inquieta,
y como una adolescente juguetea
cuando se le vienen a la mente
las imágenes de lo que fue el ayer,
y su pasado,
del rose de unos labios,
de unas manos expedicionarias.
Es mujer, y le arde la piel
cuando sueña con él,
con la mole de carne
que ante "sus caricias" se derrite.
¡Cómo puede dejar de ser el ser vivo
que muchos creen que ya no es,
si sigue siendo la misma de ayer!
Pero: Guarda su secreto,
en una cansada piel,
que le cuenta al mundo,
una verdad que no es.
.
Ruth Muñoz Rodriguez
DRA/Chile.