De animanos y de humales

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DE ANIMANOS Y DE HUMALES
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La señora Juana dice que es lo de siempre,
que sólo los palos crujen. –Aunque usted no lo crea,
parecieran sufrir ellos y no el animal –dice;
también refiere que es un pobre animal
y nosotros pensamos en la semejanza que los humanos guardan con las bestias.
Y será martes,
sin importar si 7 o 13,
y al final, el dueño siempre procederá con el ritual:
se escuchará un importante alboroto tras los muros.
La señora Juana dice que los animales no tienen la culpa
de la estupidez humana
mientras nosotros asentimos con la cabeza. –¿Se sirve un té? –nos preguntará,
y le diremos que no, que llevamos prisa, que vamos a escribir un rato.
La señora Juana saldrá de su casa un miércoles cualquiera,
e irá donde la vecina de en frente,
doña Brunilda. –Vecina, es lo de siempre –dirá–, sólo los palos crujen,
y aunque usted no lo crea, parecieran sufrir ellos y no el animal –agregará indignada,
y doña Brunilda, que alguna vez fuera miembro de Greenpeace la acompañará en la indignación.
10 minutos más tarde,
ambas partirán raudas donde doña María, la vecina de la esquina, a la que, se le sumarán las hijas y los yernos.
Y serán las 6 o 7 de la tarde
y mientras se dirigen a la casa del abusador
se irá sumando gente en el camino, posiblemente el mundo entero.
Sucede que la señora Juana, al igual que doña Brunilda guarda empatía con los animales,
y acontecerá que, cuando arremeta la turba en contra de la puerta,
el abusador abrirá,
emergiendo su rostro colérico desde la sombra;
doña Brunilda, imprudente como ella sola, asomará la cabeza por el marco de la puerta
para descubrir a la víctima, pero, allá al fondo,
emergerá la silueta de una mujer golpeada y temblorosa.
Lo comunicará,
y habrá silencio.
Cuando doña María
diga que no es correcto entrometerse en asuntos familiares
todos asentirán con la cabeza
y se irán por donde mismo vinieron.
Y llegarán a sus respectivos hogares,
preguntarán por los gatos y los perros,
tal vez por el canario,
y la señora Juana,
terminará por darle de comer a su collie...
Más tarde, con la llegada la noche, probablemente mire el noticiero
en donde anunciarán para su espanto que continúa la matanza de focas en Canadá
y una vez más, dirá indignada, mientras acaricia a su mascota,
que los animales no tienen la culpa de la estupidez humana
mientras todo el mundo termina asintiendo con la cabeza.
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Es una lacra humanoide de dificil extinción. Malo es valorar en función de...pero eso sólo "despista" la verdadera raiz del problema.
Original entrega que presenta un modo de denuncia muy irónico.

Saludos

Palmira

 

Estimada Palmira, sigo pensando que una de las principales pestes del mundo es la inconsecuencia. Está bien, todos lo somos en algùn grado, pero en algunos temas, es màs por crianza que por maldad, lo que demuestra nuestra inocencia casi animal. Creo que un mundo que tiene organizaciones con gente dispuesta a arriesgar la vida por los animales primero debe estar limpia y protegida de maltrato humano, de modo contrario el animalismo es sólo una vía de escape y hasta un pasatiempo de domingo, como ayudar a los ancianos a cruzar la calle o echar una moneda a un tarrito pro UNICEF y recibir una estampita por ello. Creo que en este sentido, sería bueno sentirnos perros, gatos o ballenas màs a menudo para defender a alguien que está siendo agredido en la calle o para asaltar una casa donde sabemos que hay un abusador, y entregarlo a la policía, porque todos sabemos que es fácil encarar a quien golpea a sus gatos (qué nos podría hacer… si es solo un tonto que golpea a sus gatos), pero encarar alguien que es capaz de golpear hasta el cansancio a su vecino, a su esposa o a sus hijos no es tan fácil. Claro que siempre hay excepciones.
Agradezco mucho su comentario porque me dio la posibilidad de extenderme en el tema.
Muchos saludos y gracias por su visita.

 

En mi opinión todo va en el mismo "lote". Una sociedad que es cruel con los animales, o que le importa un pepino el medio ambiente, ya de por sí atenta contra los propios valores humanos y la humanidad, y por tanto es inconsecuente.
De hecho, es muy raro que un maltratador, o alguien cruel por naturaleza sienta compasión por cualquier ser vivo que tenga delante de sus narices.
Yo no soy animalista, aunque comparto gran parte de su ideología, y no por ello me indigna menos cualquier tipo de violación de los derechos humanos. Si viviera en un país en que se asesina, se viola o se tortura habitualmente a las personas, sin duda daría prioridad y lucharía como pudiera contra ello, y evidentemente daría menos importancia a cuestiones como el maltrato animal (...como es común y habitual en el mío).
Aun así y en cualquier caso, pienso que cualquier persona cívica y normal se indignaría y denunciaría un caso de violencia de género (por ejemplo), independientemente que sea animalista, ecologista o esté en contra o no de las corridas de toros, por decir algo.

Un abrazo, compañero.

 

LIBRA8, se agradece su opiniòn, bastante sensata. Yo creo que este tema es demasiado extenso y complejo... podrìamos por ejemplo hablar sobre aquellos seres humanos, mujeres, niños y hombres cuyas vidas dependen de la matanza de animales o de la industria alrededor de esta actividad y por contraparte de aquellos que quieren (por mirarlo asì) dejarlos sin sustento, de la gente que vive y depende de la carne, que es mucha o de aquellos que la consumimos de puro gusto (es vàlido)... o de la cantidad de hambrientos que habrìa si dejàsemos de matar, o de la incapacidad agrìcola (sino presente, futura) para sustentar tanta boca multiplicándose a diestra y siniestra en un mundo sin carne ... o incluso podrìamos hablar de la tauromaquia, y decir por ejemplo, que si algùn dìa el ser humano llegase a colonizar Marte, o cualquier otro planeta, allà habrà toros, y habrà pollos, y habrà vacas, y cerdos... lo mismo que dispuestos toreros y ansiosos comensales. Naturalmente mi intención no es criticar a los animalistas, pues como dices, la gente cívica y normal se indignaría tanto si golpeasen a un ratòn como si lo hicieran con un niño (tal como lo hago yo)… el punto es que hay gente fanática… o no sè si con muy poca conciencia, verdaderos humales actuando màs por pasiòn que por sensatez… mis comentarios y este poema (principalmente) corresponden a una crìtica hacia este tipo de gente…
Abrazos.

 

Y estoy de acuerdo con el fondo de tu reflexión, fanáticos, tarados y extremistas existen en todos los ámbitos del pensamiento y la sociedad. Además, de hecho, y aunque sea desviarse un poco del tema principal, yo no estoy en contra del consumo de carne para alimentación hoy en día, ...aunque también estoy convencido que en un futuro seguramente bastante lejano, los seres humanos no matarán animales para comer carne (ya se puede crear carne animal a partir de células madre en laboratorios, y se está valorando su industrialización futura, ...incluso llegaría a ser más barata y sana).
En mi opinión el hombre y la sociedad actual aún se encuentran en un estado muy primitivo (en muchos sentidos), y les queda muchísimo recorrido y evolución todavía.

Un abrazo, Astro_Muerto.

 

Mira què bien, desconocìa lo de la carne fabricada a partir de células madre... voy a investigar un poco de aquello.
Un abrazo enorme, muchas gracias por tu opiniòn.

 

es verdad y se siente hasta la comicidad, tienes habilidad para sentir las emociones que tienes enfrente

saludos

 

Muy agradecido de tu comentario amigo, te mando un gran abrazo, que tengas un buen dìa.