De construcciones

Él se estaba jubilando.
cada vez que me encontraba, me decía ¡jubílate!
Dejé de verlo y un año después recibí la esquela por correo.
Los otros me encuentran y me dicen:
Ya me voy a jubilar, pero no se jubilan.
Los peores son los que me recomiendan que me jubile.
¿Por qué habré de jubilarme?
No me duele nada, bueno, sí, las rodillas un poco.
Si me jubilara perdería mi razón de vivir.
Amo mi trabajo, mi que hacer.
Amo ese espacio donde se cultiva el conocimiento.
Dónde puedo explicarle a esa alumna porqué uno es igual que uno al cuadrado.
¿ Y los axiomas de los números reales?
Les pregunto:
-¿cuál es el exponente de x en la ecuación y= mx +b?
y me dicen:
- no tiene exponente –
Por eso luego se caen los puentes.
Tengo que llenar huecos y cultivar.

Sí, nos estamos muriendo los de mi generación,
pero yo no me muero, hasta que me muera.
Mientras quiero seguir viva.
No parcialmente viva.
No un poquito viva.
No lo que me permitan vivir.
Porque la vida una la construye
la hermosea
la llena de música
la forma con cubos
de matemáticas
de teorías
de métodos
de historia
de poesía
y una quiere seguir construyendo
porque el día que no construyas nada,
será que has muerto.

 

Muchas gracias, Eban, por tu amable comentario. Un abrazo. Luciana.

 

Ciertamente, la profundidad de vuestro bello poema, no tiene pierde, compañera Luciana. Ha logrado unos deliciosos contrastes... en donde vuestra lógica per sonal se impone; simplemente (porque en el mundo real) es lo correcto. Felicitaciones, con todo el respe to que se merece. Cordialmente:

 

Iván, me encanta tu generoso comentario. Un abrazo. Luciana.

 

Somos una especie tan destructiva y autodestructiva que todo lo que sea crear algo sencillo y bueno o simplemente no destruir ya es encomiable.
Un abrazo, Luciana.

 

Gracias Luis, por tu amable y profundo comentario. Un abrazo. Luciana.