De día De día De dia

A tenor de las diferentes salidas

Que tiene el día

El cuerpo

se desempeña como una veleta

En cuyo norte los ojos

Dejan su arisca preocupación

Por lo pasado

Por el

Calcetín ahorrador

De sombras de mariposas

Luego
​

La fatalidad vertical del hueso

En las cartas En los periódicos

De instrucción

En las leyendas siempre hidratadas

Con saliva de aventura

El hombre con su escasa pólvora

En el pelo

La mujer cuya cerámica

Se afila

Con cada segundo de lluvia

Y de hormigón prensado

El día.

Eso es todo.