De gimnasios, verduras y cintos

De gimnasios, verduras y cintos

Cuántas veces miré para otro lado
de un gimnasio, marchando a toda prisa,
mazmorra del terror, que es de tal guisa
que no habrá otro lugar más despiadado.

Por eso fue quedándome ajustado
el calzón, y movía a la sonrisa,
y un botón disparé de la camisa,
por cierto, sin estar mal hilvanado.

Ahora que olvidé lo que es hartura
entre dietas frugales, estoy viendo
incrementos del cinto por verdura.

Caprichos metabólicos, entiendo
de la edad, pero solo si es adulta:
¡Malditos, cuando veo qué me abulta!

​

 

Jajajajaja que me parto de la risa amigo Salva, y es que este bello y simpático soneto va a bordar mil sonrisas a quien lo lea, leerlo es imaginarse la situación que en él se describe,... ese botón de la camisa saltando sobre el ojo de alguién que esté enfrente jejeje, ese pantalón abarcando una esfera radiante de felicidad, la curvatura feliz de los buenos momentos pasados comiendo jejeje, y ese gimnasio aburrido que es un castigo de aburrido y que sin derretir las calorías te deja encima agujetas para el resto del día jajajajaja... pues menos caprichitos si quieres estar delgadillo jejeje...Te quieroooo y te admiro entrañable amigo......muáááááackssssssss....

 

Me sentí aludida hahahahahaah

 

Me parto y me aparto por si me deja tuerto otro botón de su camisa.
Menos mal que las musas no le visitan, no lo hacen, no son huéspedes, se quedaron a vivir como mediopensionistas porque en su almohada se alojan y musitan, ya me gustaria en mi oido esos susurros.

Y aquí les lanzo un profundo, grueso y pesado pensamiento ¿por qué las mujeres tienen tripa y los hombre en cambio barriga?
Saludos a todas. Reciba con este abrazo mimax profundo barrigazo.

 

Me he reído mucho con este ocurrente soneto, Salvador. Un placer leerte. Abrazo.

 

Me alegro que te hayas sonreído, querida amiga. Mira qué tarde llego a agradecértelo.
Muchos besos.
Salva.

 

Me alegro que te hayas sonreído, querida amiga. Mira qué tarde llego a agradecértelo.
Muchos besos.
Salva.

 

Gracias, estimada Marianne, por la compañía amable.
Con un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Gracias Fulgencio con un abrazo fuerte.
Salvador.

 

Celebro, querido Ángel que te haya resultado divertido. Mira qué tarde te contesto, discúlpame, estuve despistado una buena temporada.
Con un abrazo muy fuerte.
Salvador.

 

Nunca es tarde si la dicha es buena mi querido Salva. Muchas gracias querido amigo....muááááackssss...