De infinita expresión

Atenuaciones moleculares,

el alma parece flotar,
en un río sin vida,

¿será que nuestras percepciones
son ilusiones irracionales?

razones pulcras,

alcanzadas
solo con una sabiduría apartada,
de toda existencia material,

marcan senderos que no lo son,

marcan sueños
que no se terminan de soñar,

marcan los vientos,
advertencias para los caídos,

quisieran mis manos
tocar aquella construcción divina,

un paraíso adecuado,
para mi corazón compungido,

aferrados mis pulmones,
al oxígeno
que emerge de entre el caos,

incursionando
hacia un amontonamiento astral,

estandartes de lumínica duda,

acertaremos como flechas,
que buscan felicidad eterna,

la alcanzaremos, con alas sábidas,

cuando encontremos en nosotros,
tintas de infinita expresión.

 

Este poema nos sumerge en una búsqueda que trasciende lo físico, lo racional y lo evidente. A través de imágenes densas y espirituales, se plantea la posibilidad de que la verdadera comprensión no reside en lo tangible, sino en lo que solo el alma percibe cuando se libera de las ataduras materiales. La duda, el anhelo y la necesidad de sentido nos empujan hacia dimensiones más altas del ser, donde el caos no es enemigo, sino parte del camino. En última instancia, el texto nos sugiere que solo cuando descubrimos dentro de nosotros la capacidad de crear, de sentir profundamente, y de expresarnos con autenticidad —con “tintas de infinita expresión”—, es cuando realmente nos aproximamos a esa plenitud que tanto anhelamos. No se trata de hallar respuestas definitivas, sino de vivir en comunión con la pregunta, con el deseo, con la luz que brota del misterio.

Saludos cordiales