De la fugacidad de la belleza (soneto)

Esos labios que son bello instrumento
donde una voz tan dulce como hermosa
dicta notas de música armoniosa
y aposenta en el alma gran contento,

esos ojos que ven, y en un momento
deslumbran a los otros, y esa rosa
sujeta al pelo con primor, graciosa,
que en su corola junta movimiento;

todo se volverá al primer estado,
a su final e inicio, sombra pura,
y quedará después en tierra echado;

pues igual a esa rosa, que perdura
solo una primavera, el tiempo alado
marchitará ligero la hermosura.

 

Precioso soneto amigo David. Te dejo todas las estrellas. Un abrazo

 

Muchas gracias, Rafael.
Otro abrazo.

 

Eres un joven con mucho talento, certero transcriptor de las inquietudes temáticas del Barroco pero con una gran racionalidad y estilo. Esperamos de ti grandes cosas. Luis

 

Bellísimo, para leer infinitamente...mis estrellas.

 

Muchas gracias, Luis. Siempre tan amable.
Un abrazo.

 

Muchas gracias, Ludmila.
Un saludo.