De la infancia

Volvamos ingenuos a aquellos tiempos
donde la locura no era de locos
ni el miedo era de pánico
sino de quedarnos a oscuras solos.

Allí corríamos sin pizcas de cansancio
mientras el tiempo nos veía retozar de lejos
cuando las manos libres rozaban el cielo
descubriendo con el paso de las tardes
un sin fin de intangibles paisajes.

Remontando barriletes de colores
volábamos a la par de un ave
dibujándonos sonrisas auténticas
cuyas melodías aún perduran
en los registros más cándidos del alma.

...Volvamos inocentes a jugar rondas
y dejemos que nos enrede el viento
en una trenza nuestros cabellos
y amalgame los rubios con los morenos.

Mar

 

Una preciosidad, hermoso poema valioso muy bonito.