De la lluvia.

Escribo esta nota bajo la lluvia,
Porque ¿quien es fugaz
Sin su llanto libre de culpa,
Y libre de ser empapado?

A la sombra de múltiples sombrerillos
Que algunos sabios llaman gotas,
Para mí son lamentos, son clamores,
De quienes ocupamos una esperanza
Y un recuerdo con que sustentar el día con día.

Relato mi nota a la sombra de un cascabel de viento,
Al lado de recuerdos
Que corren apresuradamente,
Al tocar gota a gota de amargo clamor.

Escribo sin ver al cielo, estas son mis protestas,
Humedad de quien moja su vida,
Al recordar que charco a charco,
Junto a alguien saltábamos,
Escapando del juicio divino.

Escribo agitando mi vino, mi vida,
En este turbio día en la esquina,
Donde te recuerdo cálidamente,
Surcando vapores de lluvia,
Pura y viva sin arrugas del pasado.

Soy sutil observando que, soy el cobarde,
Al lado de la verdad,
Quien prefiere mojar sus ropas
Y encontrar sus puras manchas,
Mientras unos corren, otros,
Con movimientos evitan
Los escudos sintéticos del trayecto.

Cierto momento, decidí
Al cielo mirar y darme cuenta,
Que la lluvia no era quien,
Con sal purgaba mi garganta,
De verdades, de mentiras,
De limites, de fronteras
De miles de pronombres.

Otros saltan sin preocupación,
De charco en charco,
Sin ver el reflejo de nuestros...;
Corren detrás del natural amor
De lo liquido del tiempo.

Se apresuran algunos sin notar,
Que al correr y apresurar
Pisan débil y manchan su sangre
Con gotas del lamento liviano
Y sin mas remedio que detenerse
Y ver sus hazañas en la tormenta.

No es fuera de lo común,
Que entre tanta lujuria
De gotas cuyas hermosos reflejos
Apuntan hacia un día soleado,
Si escuche la vos de algún ruiseñor,
Entre tanta maquinaria pesada,
Y de hojas llenas de blancas palmas.

Ese, ese maldito canto es el que acabo
Con la luz de mi farol,
Y tuve que hacer lo que fugaz hacía,
Junto al helado amigo de la infancia,
Juntar vos con la tormenta
Y abandonar ese paraje.

Y ahí, casi inerte, se encuentra mi figura
Tratando de no mojar mas que lo que enseño,
Tratando de no tropezar con el anhelo,
De besos fríos y sin recuerdos.

 

me ha gustado tu poesia, saludos.

 

Bello, hermoso, conmovedor, precioso, una divinidad muy bonita.