de la vez que me encontré con Daniela Zøguer en la panadería de los alemanes

ella tenía mucho vello en el cuerpo cuando era niña
a los 12 le decían mono

estábamos en el mismo salón de clases

cuando llegaba tarde o le tocaba intervenir todos hacíamos sonidos de la selva
algunos le decían la bestia y gemían escondidos

ayer la vi

me contó que el vello que tenía era una reacción alérgica a su segundo transplante de hígado

que estuvo en coma casi una semana
que en el hospital conoció a otros niños que murieron antes de que pudiera volver a clases
que por eso llegaba tarde

una vez que el profesor salió por una urgencia
la cogimos de los brazos y las piernas y la balanceamos extasiados
la ventana del salón estaba abierta y aunque estuviéramos en el segundo nivel no nos importó

la lanzamos

por un instante pensamos que la habíamos matado

ayer hablamos de ese momento y nunca me preguntó si yo estaba en el grupo que la lanzó por la ventana
pasó la noche y nunca hizo el menor intento por mencionarlo
y su silencio me humilló

volví a casa y lloré con el perro
es la cosa más linda que me ha pasado

 

Muy bueno, poeta. Saludos.

 

Excelente amigo, hay nostalgia, hay tristeza, hay sentimientos pero por eso no deja de ser un excelente poema realista.

Es un placer leerte, amigo.

Un abrazo.

 

De cómo la ignorancia puede dañar una vida. De cómo el silencio puede herir más que mil palabras...
Excelente poema que refleja la presión que muchos niños viven en las aulas, esta vez, desde el otro lado.

Saludos,

Palmira

 

Muy bueno.

Cuando uno menos se lo espera nos pueden dar una lección magistral. La pena es que sea después de haber hecho tanto daño.

Saludos

 

A veces la vida empieza a dar ostias demasiado pronto. Vuelvo a este conmovedor y buen poema realista. Saludos.