De Letras Vivas Y Letras Muertas

Abismal es el sino de los poetas contagiados de vida;
Infausto, profundamente inhumano, casi animal.
Su único alimento son raciones curativas de poesía,
Agua de verso y carne para volar.

Música sacra, dolencias y caricias melódicas,
Palabras animadas para bailar de noche y día.
Alegrías y desventuras a disposición de nuestra pluma,
Violencia, placer, agonía…

Un manantial de tinta y saliva,
Desde un suspiro hasta la vida.

Abismal es la cuna de los desposeídos de cuerpo;
Infinita, eternamente eterna y sin final.
Ellos llenan nuestros estómagos de versos y prosa fina,
Que vienen, viven, mueren, y no se van.

Conciertos delirantes, hablantes muertos,
Allegros tristes, fugas y esencia.
Letras doradas dispuestas para nosotros mismos,
Pasado, futura presencia…

Un paraíso de lenguas terrenas,
Desde la muerte a la existencia.

Palabras escritas, palabras eternas.

 

¿Cómo es posible que esta refelxión permanezca atada al silencio? ¿No hay acaso quien coma polvo para alimentar la poesía en el portal? En fín, este poema merece más lectura.