De ligue

A mi no me ha convencido casi desde el principio. Quizás porque pronto he sabido que no hacía buena pareja.
La he visto demasiado exigente y poco receptiva y a Jaime lo ha prejuzgado antes incluso de hablar con él. Echarle por tierra la poesía me ha parecido disonante y de mala educación para una persona de esta edad. Maria Elena, con 72 años,se nota que ha sido una mujer guapa. Ella misma se ha apresurado a decir que fué mis España.
Esta señora aspiraba, como mínimo, a conquistar a Carlos Sobera porque de nada le han servido las flores y la poesía de Jaime. Pero , por otra parte, también es de agradecer que se sienta viva a su edad sin caer en esa ñoñez de no pocas personas mayores que esperan que les caiga cualquier cosa porque han perdido la autoestima y con ella su atractivo.
Jaime, por el contrario, es más romántico y atento y saca partido de su saber estar compensando las pérdidas que irremediablemente nos depara la vida.
No obstante pienso que ha caído un poco en esa especie de pequeño ridículo que le ha restado mucho atractivo. Hablo de eso de dárselas de culto y finolis en la ópera y en la música. Quizás ha sido esto lo que ha echado atrás a la mujer y no sin razón porque el primer día deja mucho lastre y ciertos errores no pueden permitirse en personas de la edad de ellos.
Quien es culto no va por ahí dando a entender que lo es. Simplemente lo disfruta como algo inherente a él. Esto me recuerda a mí a un señor de la biblioteca que......mejor me callo de vergüenza un poquito ajena. Vamos, que puesto a elegir me quedo antes con el ridículo de un joven de 19 que abraza y besa a una chica arrogántemente recibiendo de inmediato un sonoro sopapo o ese ciclado que marca paquete al ritmo del spining.
De todas formas es la pareja que más me ha llamado la atención en esta sesión de first dates y por eso he procedido a escribir sobre ella.