De lo que fue y ya no

De lo que fue y ya no

Corrí detrás de ella, corrí hasta que se canso y después de correr ya no corrimos mas, y después de cansarnos solo caminamos, y mientras la seguía pensaba, y mientras pensaba caminaba, caminaba en ella, y ella caminaba en mi, caminábamos juntos pero esta vez no, esta vez ella iba al frente, esta vez yo seguía su paso, un paso apresurado, un paso muy incomodo de seguir, y el camino era ancho y muy largo, había mucho espacio como para seguir en línea recta pero en línea recta caminaba ella, en línea recta la seguía, para ella no existían los lados ni las orillas, yo no podía ver las orillas solo miraba su espalda alejarse, cada vez más, cada vez más alejada, ¿alejarse?, ¿cada vez… más?, yo ya no caminaba, mis pies estaban cansados, y mi corazón también, podía escuchar mis latidos , entonces… ¿me detuve? . Con los puños cerrados e inmóvil ella se iba, ella se alejaba aun mas.

Se llevaba entre sus piernas mis alegrías, entre sus piernas iban mis risas, y también algunas de mis lágrimas, entre sus piernas jugaba, como niño en un columpio, con esa magia que a todo ser el vaivén nos provoca, el vaivén de sus piernas y de mí, el ir y venir de nuestros besos, el ir y venir de nosotros, ella iba y venía pero más me gustaba cuando venia.

Y allí estaba cada vez más cerca, podía ver su espalda, podía ver los dibujos en la parte trasera de su pantalón, por algún motivo siempre me llamaba la atención el estampado, nunca averigüé la razón, ¿mas cerca? , esta vez corría, y corría en línea recta tras de ella o tras de su estampado no lo supe, pero estaba muy cerca, y mientras corría pensaba, pensaba en correr más rápido, pero vi las orillas, y me parecieron muy cómodas, y desapareció, desapareció mientras corría, el camino ya no era en línea recta, el camino se abrió en todas direcciones y ya no estaba ella , me reflejaba en las vitrinas de los negocios y mi expresión era distinta, el reflejo me dejo verla una vez más y a unos cuantos que corrían en su misma dirección, todos parecían mirar el estampado, me sentía mejor, y dije adiós a mis alegrías y dije adiós a mis lagrimas y a mi diversión, y dije adiós al vaivén mágico.

(Flashback)

Mis manos calientes se encontraron con su cuello hirviente, volviéndonos una fría pareja, ¿besos? Quizás no, ¿caricias? Quizás tampoco, pero ¿calor? Calor si y mucho, de ese que uno lleva en la sangre, de ese que uno siente en el alma, hubo muchas palabras, hubo mucho dolor, y conté hasta 10 pero el calor no se iba, y conté hasta 20 y el calor seguía en mí, me levante de encima de su cuerpo apoyándome en su entre pierna y el espejo me regalo su reflejo como cada mañana, dejándome ver una realidad que desconocía, porque eh decirle que desconocía una realidad, a la orilla de mi boca resbalaba algo cristalino con un poco de burbujas, era saliva roja, pero ¿de dónde provino? Y ¿Qué podía hacer?, es bien sabido que el calor afecta el pensamiento humano, el cerebro se cose y las visiones aparecen, ¿pero el calor era tanto en mi?

Me mire fijamente al espejo, tratando de comprender de donde había venido esto que ahora jugueteaba hasta correr por mi mentón, trate de poner atención al ambiente que me rodeaba como queriendo hallarle explicación a tan grosero acto pero había un vacio en el, sin embargo podía escuchar palabras en el fondo, la sensación fue como si un cañón estallara en mi oreja y pusiera “MUTE” a los demás sonidos, poco a poco ese “MUTE” fue desvaneciéndose permitiéndome escuchar esos murmullos, mi visión era borrosa pese a que ningún estruendo me había impactado, el estruendo provenía del interior de mi alma, sentía como las burbujas de mi sangre me dominaban y voltee la mirada hacia los murmullos, y vi su cara, y comprendí, y a la vez eh de mencionarte que comprendí cuando vi su cara, una mancha roja teñía sus labios, y las palabras provenían de su boca, apenas audibles mientras recobraba mi audición, ella se tomaba el cuello con su mano derecha y la mano derecha parecía relajarla, en cambio mi mano derecha no me relajaba, bueno…a excepción de esa vez, mi mano derecha sostenía una cadena, y mi mano izquierda cosquilleaba, y mi audición ya era más clara, podía escuchar algo parecido a : “hi* de **ta, me **s vas * pagar, te ** * *atar, ya veras, ma***to” , y cosas de la misma índole, después comprendí que el estruendo no venía de mi interior, había venido de su mano izquierda la cual abría y cerraba una y otra vez, parecía cosquillearle también, y mi espalda se sentía fría y húmeda, el espejo me regalo una vez más su reflejo el cual tome con asombro al verme la espalda ensangrentada y con la camiseta rota, voltee a verla una vez mas y las palabras fueron más claras y las amenazas fueron más fuertes aun…

Había lagrimas por toda la habitación, tuve que recogerlas con baldes, y consigo traje una pala y levante los escombros de lo que alguna vez fue, de lo que alguna vez fue fui parte y ahora no, y miraba esa pared llena de palabras, y las palabras se colleron hacia el balde y lo que alguna vez fue se encontraba por ser levantado con la punta de mi pala, y ella no estaba, y yo tampoco, y ¿yo tampoco? Me fui, no volví a ella jamás, y ella no volvió a mi nunca, es importante el detalle de los actos ¿ve? No vaya a haber un mal entendido…

 

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