De los días de noviembre #5

Que con esa mirada que quema y retruena,
en mi ser hace eco y mis piernas flaquea.

¿Será que el color de tu piel es rojo?

El color de tus mejillas se tornó al calor de mi voz,
Los contornos de tu respiración se mezclan con los míos,
No se que me atrae de ti.

Son de oro tus labios,
Dos luceros dorados como soles,
Que visitan mi horizonte.

Son melodía y clave de canción,
De danza sencilla y acompañada,
La de la luz de la velas.

Eres bonita como margarita o
Como guacamaya de plumas blancas,
Como beso de adolescente,
Con las mejillas coloradas.

Y de respiración tranquila,
Caminar pausado, costillas marcadas,
Expresión dura y piernas largas.

Eres bella,
Más por dentro que por fuera,
Mas dentro de mi que en la acera,
Caminando con ese brío y porte sombrío,
De pocos amigos, de solitaria estrella.

De sabor amargo y sonrisa chueca,
Que se escapa, se desvanece en mi memoria.

Tal como.Tu isla se desvanece en el horizonte,
Allende la laguna de términos,
Más allá donde nace la tranquilidad y la calma.

Haz sonar las alarmas,
Que los pájaros canten y los murciélagos se arremolinen en el cielo,
Que olvidar tu recuerdo no quiero,
Que te trague el mar y la calma.

Da señales de vida,
Acepta mi invitación un día,
Quizá mañana al mediodía.

No te propongo más hacer que,
Conversar y deshacer los nudos de tu cabello con mis dedos.

Cambiemos por algún parque sin tomarnos de la mano.

Te propongo una amistad sincera,
Sabrás contar conmigo y yo contigo, con tus dedos y con los míos.

 

Poco a poco el poeta va perfilando la invitación al amor, me gustó, saludos