De los payasos que mastican otoños

De las palabras que se derraman, y del silencio que hace caudal
en un torrente lejano. Nuestra sangre galopa y de ella nacen fantasmas
que viajan a la velocidad de la luz. Somos hombres aún y el reloj se detuvo
por un momento para ser cómplices de nuestra condición a media asta.
Sabemos que no existe la tregua pero aún nos quedan nuestros puños y
esas alas medradas que llevamos en la espalda, hechas añicos
y el corazón que no clama. Seamos valientes por una vez con la palabra.
Seamos arena que se deja desvanecer cuando solamente quiere ser olvido.

Amigo, ha realizado una obra realmente hermosa. Espero que le sea gratificada
al menos creo, que su tristeza le conforta. El silencio hoy... es su más grande plegaria.

Un abrazo colega. Enhorabuena!

 

Muchas gracias por tan lindo comentario, a veces la vida es así, sólo nos queda por dejar que nos cobije el silencio. Un abrazo.

 

Muchas gracias por tan lindo comentario, a veces la vida es así, sólo nos queda por dejar que nos cobije el silencio. Un abrazo.

 

"Ni juntar en un adiós todas las noches de tu piel"... Todo el poema es una experiencia vívida de gran belleza, pero esta línea me caló.
Gracias por compartir.

 

Muchas gracias por tus palabras y tu lectura.
Un abrazo.

 

Un poema magnífico, TAVOAM. Te dejo reputación y mis felicitaciones.

 

El recuerdo de un pasdo que nunca se olvida, nadie suplrá su ausencia, bello poema, gracias por compartir..abrazos..

 

Muchas gracias por psar, un abrazo.

 

Muchas gracias por pasar, un beso.