De memoria

Yo podría

dibujarte de memoria

si tu recuerdo

no se ensañara conmigo.

Estás ausente

como si estuvieras

machacando con tu imagen

mis latidos.

Cierro los ojos

y tu aroma

sobrevuela y aterriza

en la sal de mi organismo.

Y si no estás

en mis sábanas oscuras,

se me viene

un vértigo alarmante,

una cruel necesidad

de llegar

hasta el borde

del abismo.



Yo podría

deshojarte de memoria,

si tu ropa

no se hiciera una maraña

que me acosa

como una botella de vino.

Suponer

tu figura como un puerto

de bajeles con herrumbres,

que no pierden su grandeza

pero se hunden

con sus pisos carcomidos.

Contrastas

con los ingratos

espasmos de mis tinieblas,

siendo la novedad

que aniquila

mis antiguos desvaríos.



Si no tengo tu calor

no desfallezco de frío,

pero a mi cuerpo

desierto y demolido,

ya no lo siento tan tibio.

Mil avernos indemnizo

por un segundo en tu gloria,

y habitando

un rincón de tu sonrisa

al dios sol robo el invicto.

 

me he quedado pasmada al leer tan claro el sentimiento que produce la desolación en las almas que aman.
hermosos pero tristes versos
saludos

 

Gracias, Vevero.
Algunas ausencias se padecen más de lo que uno quisiera.
Un beso para vos. Marcelo

 

No hay una sola memoria, Marcelo... ésta, tuya, pertenece a una clase en la que el amor y la Poesía están en intersección.

Una composición como para ser almacenada en nuestra memoria afectiva... una preciosa huella mnémica poética.


Agrandaré la letra. Para que se vea mejor. A qué andarse con chiquitas cuando la sustancia posee tanta calidad. (Siempre podés reeditar según tu criterio).


Un abrazo desde Capital Federal.

 

Gracias, Ciela, ¿Qué sería de la poesía sin la nostalgia? ¿Y qué sería, Ciela, de los poetas si no tuviéramos memoria? Pasaríamos de largo por la vida...
Te mando un beso y te agradezco por tan buen comentario. Marcelo