De nadie a nadie

Hicimos mal la muerte,
seguimos vivos.
Me miro al espejo y me separo del tiempo
quisiera que la neblina en mi alma
se esparciera y yo pudiera tocar, tocarme por dentro,
entender que necesito, que es lo que debo dejar partir.

Hicimos mal la vida,
Seguimos muertos.
Te miro al espejo y unes el tiempo y mis miedos
quisiera que la claridad de tu interior
no sea solo luminiscencia y yo pueda tocar, tocarte por dentro,
entender que no te necesito, que solo te debo tener en mi.

Hicimos mal el resto,
el volver a buscarnos, el retrotraernos al dolor.
Creíamos que quebrar el sexo era sanar,
que estar dispuestos a explicar, era sanar,
pero no, un demonio gigante, sexista, lleno de noche, lleno de color fue nuestro gris,
un malentendido de cabezas en el suelo,
eran lágrimas, era no hacer bien el bien.
No vas a entender, no quiero entender,
a veces escribir es hacer un viaje sin retorno,
lo que uno dice lo siente, y lo que siente no lo dice.
¿Cómo voy a ser libre en un verso?
¿Cómo voy a salir del verbo salir encerrado aquí en este rencor?

Ya es tarde, hicimos mal en hacernos mal.

 

Wow,es vastante agobiante (en el buen sentido) tu poema.Pero el tiempo sana las heridas del amor por muy lejos que lo veas.

 

Me ha gustado, fusionas muy bien belleza, talento y una certera profundidad en tus versos que me atrae sin remedio amigo abcd. Un abrazo. Paco.