De plata y fuego

Mi caballo, Osadia,
exige una pistola para matarme.
Se ha vuelto maniatico,
pues nunca antes habia mencionado revolver alguno.

Le digo que es excesivo,
pero el solo me hace ascos con el rabo,
y es a mi a quien terminan por molestar las verdes moscas.

Antes, mi caballo me susurraba historias sobre el caracter de los individuos,
y cuando le daba las malditas zanahorias me bababa las manos,
contando tonterias sobre el adiestramiento.

Veneraba sus crines color fuego,
y su destartalado humor de viejo cinico.

Cuando paseabamos juntos por las avenidas los muchachos nos miraban,
y nosotros, adornabamos nuestro paso como estrellas de cine.
Lo conoci un jueves grisaceo,
y desde entonces somos fieles como tortugas al desierto.

Jugamos al ajedrez con los sininimos,
y salimos a la terraza a fumar en plata,
mientras Kurt Cobain nos rinde homenaje con su Unplugged.

Mi caballo, Osadia,
sueña a diario que me pega un tiro cerca del mar.
Caemos redimidos,
me cuenta...,
como espinas de pescado.
Caemos al vacio infinito,
como herejes...​

 

sabes como plasmar tu sentir, y lo haces con analogías, y buena forma, te he marcado unos acentos olvidados, no sé si sean todos, y tal vez si le pusieras más conectores lo harías más fluído, y no quebrantarías la imaginación del lector y lo que expresas, darás dinámica. lo que expresas es bueno, y la forma es mejor. Un gustó pasar por acá a leer bellas líneas


No te ofendas es mi opinión

 

Bella poesia en el que ademas puedo adivinar una sugerente metafora
besos
espero que estes bien.

 

Gracias por tu comentario.
Ahora ya uso más los acentos, je,je...
Un abrazo