De pronto sucedió

La vida de un ir y venir
de justicia e injusticia
de odio y amor.
La dualidad eterna

En momentos de ira la amarga hiel
es el más dulce de los néctares
el veneno es el más grande de los placeres
la mente se cierra y en euforia uno delira.

En nuestro ser se liberan
Los más oscuros males,
Liberarlos es el dilema

Desafiarte vida…dominarte destino.
¿Por qué tan injustos son con los míos?
No reclamo por mí, ni para mí.
Sino para ti y por ti.

La ira crece o se apacigua…
¡No puedo dominarla!
¡Se sale de control!... Lo hice…
Me arrepiento.
¡PERO LO HICE!

 

La ira mata a su instrumento, es una fuerza incapaz. Me gustó tu poema estimado jos.