De protocolos.

Trato de leer a Ezra Pound en inglés.
Siempre me figuro un misterio cada poema.
Ya cuando lo leí resulta suave, descriptivo en azul.
A veces habla de una jovencita
suave y esbelta que se casa
y que su flamante marido
la deja sola porque se emborracha.
Contrastes de belleza almibarada,
con verdades obscenas.
La música me pellizca los oídos.
y la tarde cae sigilosa.
Cree que no me daré cuenta de que se hará noche
y quedaré sumergida en la oscuridad.
La verdad es que quiero cocinar la tarde
y la amaso y la amaso
pero siempre queda correosa,
no le sé dar el punto.
Seguro quedará cruda o desabrida,
y tendré que esperar la noche
que ya es cosa más seria,
y ya tengo protocolos con ella.
Protocolos sórdidos, impronunciables,
introversiones de deseo añejo,
que me mira de arriba abajo
y me dice:
- ¿entonces, ahora sí?-
Y tiemblo, dudo, y luego cedo.
-Sí.

 

Luciana:

¡Qué agradable poetar tiene cada uno de sus trabajos!

Reciba un saludo cordial.

 

Hermoso escrito, un fraternal saludo.

 

Muchas gracias, Eduardo, por tu amable comentario. Un abrazo.

 

Gracias por lo generoso de tu comentario. Un abrazo.

 

Gracias, Marco. Un abrazo.

 

Hay que ceder y dejar entrar con suavidad. Muy buen estilo esos versos. Besis Lucy.

 

Gracias, buen consejo. Un bese, comadre.

 

Gracias, Isabel, bueno encontrarte por estos lares. Un abrazo.