De repente partiste (Sextillas de pie quebrado)

Las presentes sextillas de pie quebrado siguen el modelo utilizado
por don Miguel de Unamuno en su poema «A sus ojos».




Este mundo ya no tiene
viento lene
que me acaricie el semblante;
ahora el aire que vaga
es cual daga
que me acuchilla al instante.

El cielo se ha vuelto oscuro
y te juro
que nada bueno me auspicia;
¡a tu lado hasta la luna
era una
compañía tan propicia!

Mas, ni la luna ni Febo
dan placebo
a mi amargura interior;
¡toda cosa que me cerca
es la terca
circunstancia del dolor!

Partiste sin decir nada,
tan callada
como mismísima sombra;
¡no viste que de improviso
en el piso
quedé como humana alfombra!

La soledad desbarata
y maltrata
ilusiones repentinas;
¡aleja sin compasión
del balcón
las tornadas golondrinas!

Si decidieras volver,
oh mujer,
te abrazaría muy fuerte;
¡sólo contigo enfrentase
y acabase
con las señas de la muerte!


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Bello poema Plumilla; un abrazo

 

Excelente poema, magia en las palabras, un saludo.

 

NO conocía este modelo de sextilla, Maese Plumilla, con esos pies quebrados en 2º y 5º verso; la verdad es que suenan muy bien en el recitado; la lírica de este poema donde hay lamentos por soledad de amor me ha parecido también muy conseguida.

Permíteme que te felicite con estrellas por este trabajo.

Un abrazo.

 

Maese José Rodolfo:

Muchas gracias por presencia en estos versos.
Celebro que hayan sido de tu agrado.
Mis respetos y saludos cordiales recepta.

 

Excelente composición estimado plumilla . Es un placer aprender de su inspiración majestuosa . Reciba mis aplausos como siempre . Un abrazo.

 

Maese Samuel:

Gracias por tu presencia en este poema.
Celebro que haya sido de tu agrado.
Saludos cordiales recepta.

 

Maese y amigo Jmacgar:

Me alegra habértelos dado a conocer.
Y que te hayan sonado gratamente.
Recibe mi cordialísimo saludo.

 

Misia Luviam:

Gracias sumas por la consideración que viertes.
Me alegra que te haya gustado el presente trabajo.
Recepta mi saludo harto cordial.

 

Misia Libélula:

No te preocupes, de igual modo a veces me pasa.
Ahora, gracias sumas por haberte detenido en estos versos.
Gracias por los obsequios brindados.
Mi cordialísimo saludo recibe.