De sirena a mujer y de hombre a pez

Tengo un lugar de memorias
en el que no hay personas,
como una playa virgen
adonde un cangrejo puede ser el rey.
Llegando de mis tormentas, te espero desembarcar
allí, adonde la inmensidad del mar de mis sueños
se quiere resumir a tus pies.
Y, del otro lado, del que tu vienes,
marineros con barba te cantan, como a una sirena,
que una vez saltó del agua
y se hizo mujer,
eso fue cuando el capitán
empezó andar entre las olas
gritando que podría hacer lo mismo,
y convertirse en un pez.
Tu quieres caminar las calles onduladas del amor
y yo nadar derecho por tus lagrimas,
para conquistarte la piel de las mejillas.

 

Encantador querido amigo...me arrastró un oleaje dorado y he disfrutado de su magia...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

Gracias por leer, amiga estimada, me alegro que te ha gustado mi poema. Abrazos.

 

Muy buen relato en verso de los alcances del amor cuando éste se siente inalcanzable.
"...como a una sirena,
que una vez saltó del agua
y se hizo mujer,
eso fue cuando el capitán
empezó andar entre las olas
gritando que podría hacer lo mismo,
y convertirse en un pez..."
Esta parte es memorable en verdad, muy grato el leerte. Saludos

 

Gracias por leer y comentar, Garnik, una interpretación genial. Abrazos.

 

Que lindo amigo, saludos

 

Gracias, Mariposa linda, por posarte en la flor humilde de mis versos....Abrazos.