De su lira, la ofrenda

Necesito de ella
escarbando dentro mío
escupiendo a destajo
su ponzoña y hastío.
La encuentro resoplando
las más duras tragedias
a las más crueles tristezas
sin pensarlo, me entrega.
Soy solo un títere
trajinando su aposento
el invitado taciturno
en su morada de cal y humo.
Cuando ella me habla
de mi identidad me desprendo
y puedo llegar a ser
el caballero enamorado
la dama sin tapujos
o la dermis perdida
de algún poeta dormido.
Por el placer de su belleza
demarrándose en mis manos
encuentro mi cuerpo
cada vez más desangrado.
Pero de ella soy
por ella muero, sin pensarlo.

 

Interesantes letras poetisa, encantado de leerte mis saludos y cariños

 

Bello, hermoso, conmovedor, una hermosura muy grande.