De tú a tú.

El que te ha traicionado, vendiéndote por 30 monedas de plata,
no sabe lo que se pierde.
Yo te ofrezco un helado de nata.
Pues reconozco el sabor del verano. Y sé que has renacido.


Te reconozco, por tus cabellos de ángel. Por tu sonrisa espumante. Por tus pies con ruedas...


¡ Patines !
Esos soplidos húmedos, del dragón que escupe vapor de agua...
Y esas escamas protectoras, para unas garras que se incrustan en las presas. Los mamíferos...
¡ Oh, Jesús ! Con tus sandalias...


La túnica fosforescente. El corazón de mimbre... La barriga, de cuero. El cuello, de pechuga de pollo...





¡ Esas manos como sartenes redondas, sobre el fuego ardiente !
Y tus colmillos de tiburón blanco...
La nariz de un muñeco de nieve.
Una zanahoria exquisita.


" ¿ Cómo lo has adivinado ? En parte, me siento estafado. Tu descripción me disgusta. "


Jesús, Jesús, Jesús...
¡ No te asustes ! ¿ Quieres una granizada de limón ?
Anda, majo, te invito.
¡ Eres gracioso ! ¡ Viva Méjico... !


" Cabrito. "

 

Como para no asustarse Nommo. Grato leerte.
Saludos.

 

Me alegro, Flor de Lys. En este poema, intento allanar el camino y predicar el Evangelio.
Se nota que he conseguido emocionar a mi respetable público.
Dado que una hermosa doncella como tú, me ha hecho entrega de un ramo de flores.
¡ Gracias, amado público !