De tu mirada

De ella se conservan los
más recónditos pasajes
inundados de alguna
funesta maldición,
que evoca paisajes
alucinógenos en las profundidades
de mis vísceras.
De ella nacen destilaciones
de aromas que embriagan
mis manos, mis pechos,
mis caderas, mi cuerpo.
De tus ojos reconozco la duda
de la verdad absoluta,
en aquella mirada de ímpetu y sensualidad,
pero altamente ponzoñosa,
que guarda más de algún misterio
que atrapa y azota con furia
la ternura que alguna vez guarde por ti.
¡Te exijo me devuelvas
las ganas de nadar en las profundidades
De otra mirada que no sea el alud de tu
Mirada que me atrapa!

 

un último clamor para pedir libertad... la prisiones silenciosas del amor son demasiado adictivas para poder salir por nuestra propia voluntad, aunque nosotros mismos tengamos la llave de la celda... hallo en tu poesía algo que me ha gustado... no sé, es algo como un irracionalismo que no le debe nada al mundo... un gusto pasar Antagonista, saludos. Suerte.