De un célibe a Srta. Castidad

De un célibe a Srta. Castidad

Algo más de mí se ha desgarrado
si después de esta bóveda de engaño
sigo bebiendo sufrimiento.
Un amor sin sexo:
es una variable con mucho esfuerzo.

_De chantaje, Srta. Castidad, una vida de alquiler;
y aun así la quiero más que ayer.

_Amigo ¡solo quejas con tus jactancias!
cuando posees amor aunque te pese el alma.

_¡ No me quieras dar a comer un pastel de carne,
cuando en mi plato solo hallo:
loza y un palillo para el empaste!.

Castidad muy sabia replicó:
_Si a esto no le llamas amor,
como mujer de un fraile estaría mejor;
tan solo sostén con fuerza el grillete
por si despotricas y explota el cañón.