Debo mi obra a

La poesía al perro que vive en su alcancía
al ir despacio tras el signo y seña de mi huella
en los elevados espacios cuando se que quien soy yo
cuando pido mis pasos cuando elevo mis triunfos
cuando no necesito pensar en fracasos
cuando se que vivo, mis perdones si sigo
demasiado en las nubes
en las casas donde vivo yo no se alquila
las pilas con gorriones anduve y tuve
menos que pesados ojos llorosos
por que dormir ya, pero en noche
noche con gozo noche es noche
porque vives como un esposo
pero no perdonas el pasado las nubes
y la almohada no te han hecho pesado
vives como un gorrión que faltando la estación
toques tan melodía clamada eso es triunfo
y no recordar cada cosa eso sería desatado como
tu que eres un perro muy retocado
pero si vives como un quien sabe podrás saber
que tenemos un don espiritual un quien sabe
en cada hablar que te haga real.