Decir adiós es crecer (I)

El calendario se detuvo en el número diez
Un día primero te supe encontrar
Releo esas palabras
Como un viejo cuento del que ya sé el final.

El tiempo es tan veloz como una locomotora
¿Quién iba a decir que llegarías a llevarte todo de mí?
Mi voluntad, mi corazón y mi alma
Todo eso es para ti.

Una dulce flor con aroma a inocencia
Se regó, día y noche
Jamás había cuidado a una flor así
Acaricio sus pétalos y te siento en mí
Tan triste y tan injusto que tenga este fin.

Si el calendario tuviera vuelta atrás
Cuánto desearía vivirte de nuevo
Si soy más sabia ahora,
No dejaría que se marchiten tus pétalos.

Pero es momento de cambiar esta flor marchita del florero
La razón posee la fuerza del entendimiento
Mas a tu corazón no puedo obligarlo
A que sienta lo que yo siento.

Me hallo cansada de buscarle a esta flor belleza alguna
O de falsear su aroma
Ella en su tiempo lució como ninguna
Unos divinos colores, una exquisita hermosura.

No puedo cargar en la espalda más angustias y amarguras
"Decir adiós es crecer", rezan los ancianos y las canciones
Aunque pueda doler
Debo darles todas las razones.

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Siento a este poema un poco incompleto, pero mi cabeza no da más a esta hora. Quizá haga una continuación próximamente. Que sea de su agrado, besos.

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Bienvenida, una preciosura de poema sobresaliente.

 

Doloroso ,pero bello, solo mantente en crecimiento y jamas dejes de hacerlo, saludos