Declaración

Cuando la tormenta cerebral llegue a su máximo auge
y las lágrimas de sangre desciendan a sus anchas
habrá llegado el momento de liberar el alma,
habrá llegado el momento de gritar tu nombre.

Y que el eco de tu corazón recorra toda mi sombra
y que la fuerza de tus palabras ayuden a los que no tienen alas,
y que nos fundamos en un infinito abrazo
antes de que expire nuestro momento.

Cuando nuestros fluidos formen un único cauce
y los minutos pierdan su significado
comprenderás este sentimiento eterno.