Decrepitud - soneto inglés.

Decrepitud

La agilidad, robada por los años,
la vista, que precisa de cristales,
los oídos, valiéndose de apaños,
¡Oh látigo del tiempo, cuántos males!

Cuando me olvide de los apetitos,
evaporadas ya mis relaciones,
y pierdan las neuronas sus circuitos
dejando mi memoria hecha jirones,

pondré mi ajada y temblorosa mano,
la enjuta mano otrora dura y fuerte,
con el dedo indicando hacia la muerte,
la incógnita final, el gran arcano.

Extinguida la llama de mi cera
sea la muerte rápida y certera.​

 

Excelencia poética, amigo como siempre tu obra se destaca. Un abracito

 

Excelente soneto con profundo mensaje hacia el final de los días. Un placer pasar por su poesía, reciba mi más cordial saludo.

 

Estimado Juan, ¡cuán lírico y precioso me sabe este soneto inglés tuyo!. Como siempre, me inclino ante un gran poeta. Abrazo cordial.

 

Excelente soneto inglés donde plasmas de forma magistral ese estado final anterior a nuestra despedida de este mundo.

Me ha gustado especialmente este poema, es muy bueno, y el final soberbio.
Abrazos admirado Juan

 

Magnífico soneto ingles, mi amigo.
Esos lados oscuros de la mente, cuando vamos tomamos consciencia del declive físico que nos depara la vejez hasta concluir en ese fin, a veces, menos dramático que la propia decrepitud, lo has tocado con una emoción y una autenticidad formidable.
Aplausos a porrillo, Juan.

 

Estimado Juan, triste inspiración has encontrado, pero ha servido para que hagas un soneto de los que a mi especialmente me gusta, su forma y contenido, perm´teme que te felicito amigo-

Un abrazo, Juan

 

Si tu ajada y temblorosa mano usaras
en describir menos pena y más contento,
le darías a tus alas alimento
pudiendo ser que con ellas aún volaras.

Mas si en llamar a la muerte te empecinas
y en mantenerla cosida a tu costado,
vendrá el destino crüel, el negro hado,
pronto y deprisa, más de lo que imaginas.


​

 

No por llamarla llegará más antes
de eso puedes estar más que segura
aunque te desgañites o le cantes
ella en venir más pronto no se apura.

Mas si la recordamos cada día
cuando llegue un ¡Hola!, le diremos!
ya que yo desde siempre le decía
¡querida Moira!: nos, morir tenemos!

-----------------
​

Gracias de nuevo, Eratalia.

​

 

Hermanos, ya lo sabemos.

 

Exelente, querido Juan. Extrema e impactante la imagen del dedo apuntando hacia la muerte.
Un abrazo, Poeta, y feliz agosto.

 

que preciosidades nos dejas siempre en tus versos para nuestros momentos bajos del día,que nos inspiran y animan, marga