Dedicado a la gente sin metas.

Mis mayores


Mis mayores abatidos van.

Con caras grises atraviesan la madrugada,
sin detenerse como hechizados paseantes,
marchan por la pedregosa vía plateada.
Sus pasos compasados,
sus cuellos escorados
revelan la inquietud de sus semblantes.

No muestran sentimientos,
desfilan como soldados de plomo
que pasan mirando al suelo,
por no querer mirar al cielo.

Arrepentidos de sus pensamientos,
los esconden y caminan presto,
para intentar atajarlos y no recordarlos.

Pero en otro tiempo pasado los mayores
sobresalían y no eran mediocres.
Eran honrados y trabajadores.

Mis mayores fueron vencedores.
No tenían esa amargura,
sino un aura pura.

Mis mayores fueron campeones.
Fuertes como titanes,
sabios durante todos los eones.


Ahora que estoy creciendo,
también voy errante y ciego.
Mi alegría desparece
como quemada por el ardiente fuego
y enseguida vuelvo a mi anterior estado,
como si una barrera no me dejara
traspasar el decorado.

Encuentro refugio en los que van contracorriente,
poetas, músicos, pintores, comediantes...
aquellos que escapan al camino que trazan
algunos ignorantes que dicen ser gobernantes.

 

Navegar contra corriente es a veces contraproducente, pero a veces es necesario. Saludos,