Dedicado al angel que perdió sus alas

y miró nuevamente,
y el cielo ya no la esperaba,
solo buscaba a un ser que no pertenecia a este mundo,
un ser que fue incomprendido e hiriente...

El infierno subió a la tierra, mientras ella dejaba escabar lagrimas de plata,
pero no logro reflejarse en el lago,
no volvió a ver su propio rostro,
pues se ensegueció de palabras,
se dejo llevar por su subconciente,
y voló, pero ya no con las alas,
si no con su siempre destructivo odio,
tapandose los oidos y la boca,
sola con su mente, pero ¿Donde dejó su espiritu?
todo terminó mal...

Donde quedó, angel marchito,
todo aquello prometido,
me miras, y ya solo sientes rencor,
no soy de tu mundo, y lo sabes,
deja ya! esa maldita mundanidad,
veo que nunca comprendiste,
veo que nueve horas no valieron la pena,
pues ahora me detestas, por algo que nisiquiera hice,
que solo tu construiste sobre las nubes,
y el cielo ya no nos espera...

Se vió vestido en soledad,
y dudó del mas sabio,
dudando de si mismo, dudando de que duda,
todo, siempre es igual,
el abismo nunca calmo mi sed,
ni las lagrimas reflejaron mis deseos...

El aire nos dijo que no cabiamos en el mismo mundo,
y el viento nos susurró que nisiquiera en todo el universo,
Ser y Angel hechos a imagen y semejanza,
ser y angel mueren marchitos

 

muy buen poema, triste, donde globalizas tu sentir plasmas bien la melancolÍa, pero ojo con las faltas, hacen perder un poco la lectura, trata de corregirlas, un placer leerte saludos