Dedo Dado

Dedo Dado​

Los que celebran la navidad,
y son ateos, alimentan de forma hipócrita,
la desfigurada nariz que ostenta el falso injerto.

Lo natural es meter la mano y lo que quepa,
lo artificial es castigar a quien la mete.

Señoría, este mundo es un sinsentido,
un despropósito; se buscan soluciones y mejoras
a la vez que se ponen pegas y trabas.

¡Qué cierto es el dicho!, de los pocos verdaderos:
“no son todos los que están, ni están todos los que son”.
Mas digo, el ingenio me daría la razón;
si no me la diera el amo, lo haría su inseguro servidor.

No tengo el don de la videncia,
ni sé ningún futuro.
Si persigo la evidencia,
lo evidente se hace mudo;
y en el presente no lo dudo,
que recuerdos de apariencia
son pasados al desnudo.

Hablaré pues de la conciencia,
adecuada conveniencia
de los lazos que son nudos…

Desde el sol hasta el agujero,
nadie supo y nadie vio
sentenciar según el escudero,
porque el amo ya lo sentenció.

El mundo se pela,
se queda pelado,
por falta de vela
el mundo es velado.

El cuadro secuela,
imagen estado,
lo quieren esquela
de luces pintado.

Dedo fino,
dedo claro,
dedo agua;
dedo sino,
dedo amargo,
dedo llaga;
dedo primo,
dedo daga,
dedo mago;
dedo ritmo,
dedo raga…
Dedo Dado.

Busca niña la ucronía,
no creas ser Alicia,
pues el mundo utopía
ya es país de la delicia.​