Del aire que respiro

Siempre esperando los retornos,
de las mañanas y de las noches.
De los cielos y los veranos.
De los tiempos remotos.

¡Ay! del tiempo que atraviesa los confines del universo cortando en pedazos lo que encuentra a su paso.
A tí y a mí, en mitades dramáticamente perfectas.

No quise ser del tiempo.
Y tu lo sabías, oscura maravilla.
Sólo quise ser poesía,
quedarme impregnado en algunas palabras eternas,
Imposibles.

En el abrazo eterno.
La eternidad que abraza.

Tú, amor mío, ya serás de la tierra.
Y tu alma del aire que respiro.
Yo seré silencio, abrupto. Filoso.
En un viento tierno, o una brisa.

Algun día, los amaneceres serán más temprano.
Y yo, tal vez despierte de este sueño trágico hecho poesía, palabra eterna,
en tu labio perfilado,
en tu rostro infinito.